Para encontrar la pareja definitiva con la cuál compartir el resto de la vida es necesario que uno sea ya algo muy cercano a todo lo que puede ser, sino pueden ocurrir dos posibilidades:
1. Por las carencias internas uno es atraído por una pareja que no estimula exactamente lo más elevado de uno; más bien por alguien que estimula lo más básico y que te hace retroceder en el camino evolutivo.
Si llega el momento en que uno quiere hacer algo grande, esta pareja solo será un estorbo.
2. Por las carencias tanto internas como externas, uno no puede atraer una pareja elegante por lo que puede vivir frustrado si anhela una princesa y solo obtiene mascotas. Si se esfuerza por conseguir una pareja que no es capaz de atraer naturalmente, perderá mucho tiempo valioso en algo que en ese momento no le es permitido, ni beneficioso.
El tiempo en el cuál uno aún no es Uno es un tiempo adecuado para experimentar la dicha de la castidad. Así se perderá menos el tiempo en superficialidades que le alejen de su senda. Si uno no es capaz de sostener felizmente la castidad debe tomar el camino de la experiencia del cual aprenderá, pero no tan rápidamente y a costa de dolor.
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